
Para terminar con las novedades correspondientes a 2024, fruto de nuestro empeño en seguir mejorando la información ofrecida a través de nuestros catálogos web, os informamos de que hemos incorporado a nuestras bases de datos y publicado 1142 fo...
Continuamos con las novedades del otoño en el portal web de SIPCA, cuyos objetivos son solucionar lagunas en nuestros catálogos y seguir mejorando de forma permanente la información ofrecida a través del portal.Y en esta ocasión hemos incorporado a n...
El templo, construido en mampostería y sillar, consta de tres naves: la central, más ancha y alta, está dividida en cinco tramos y desemboca en la capilla mayor; las laterales, divididas en cuatro tramos, se prolongan en dos espacios rectangulares que flanquean esa capilla. Las naves se cubren con bóvedas de cañón con lunetos. En el último tramo de la nave central se sitúa el coro alto, apeado sobre un arco rebajado cuyas enjutas van decoradas con estucos.
La capilla mayor es de planta poligonal y se cubre con bóveda avenerada que arranca de trompas de ángulo. Destaca la decoración con yeserías de tradición mudéjar en los intradoses de los arcos. En el muro lateral derecho aparece cegada la primitiva puerta en arco de gran rosca, de medio punto en el intradós y apuntado en el trasdós.
En el exterior destacan, a los pies del templo, la portada y la torre. La primera, estructurada a modo de retablo, consta de dos cuerpos: en el inferior abre el acceso en arco de medio punto y el superior se articuló mediante una hornacina, en la que se observa la fecha de 1695; ambos huecos van flanqueados por columnas salomónicas. El conjunto se completa decorativamente con relieves de roleos vegetales y con tres escudos de la Orden del Carmen.
La torre, construida en sillar, consta de tres cuerpos: los dos primeros de planta cuadrada y el tercero octogonal. El paso de la planta cuadrada a la octogonal se resuelve mediante torreoncillos de ángulo. Un sencilla imposta moldurada separa cada uno de los cuerpos. Los dos primeros cuerpos presentan sus paramentos lisos, mientras en cada lado del octógono del cuerpo superior se disponen arcos de medio punto, estando abiertos sólo los que alojan las campanas. La torre se remata con una sencilla cornisa moldurada y chapitel semiesférico.
El momento álgido de construcción de puentes en nuestra región, cuando se levantaron más y mejores obras, tuvo lugar entre los siglos XIII y XVI. Tras haber conocido en nuestro anterior podcast las circunstancias históricas que rodearon y favorecieron la eclosión de este fenómeno durante la baja Edad Media, hoy os proponemos emprender un viaje. A lo largo de antiguas rutas comerciales, cañadas trashumantes y caminos de peregrinación, recorreremos las tres provincias aragonesas, atravesaremos los puentes más interesantes y os descubriremos los más recomendables para visitar.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002